Cuando uno empieza a hurgar en la historia de la ciencia encuentra cosas sorprendentes. Sabemos que fue Aristóteles quien, en el siglo IV aC, propuso una visión del Cosmos sembrada de errores, entre ellos situar la Tierra inmóvil en el centro del Universo. Y también sabemos que esa teoría se consolidó como dogma y lastró el desarrollo científico hasta el siglo diecisiete. Pero lo más sorprendente es descubrir que en la época de Aristóteles otros filósofos estaban formulando las bases para una teoría acertada, pero que no gozaron de la aceptación de sus contemporáneos.
Fuente: Información y Actualidad Astronómica, Instituto de Astrofísica de Andalucía, CSIC. 11 julio, 2009