Uno de los hechos que resultaban inexplicables a finales del siglo XIX era que la ecuación de las ondas de D’Alembert, y, en general, las ondas de propagación del campo electromagnético en el vacío, no eran invariantes en una transformación de Galileo, y si lo eran, en cambio, en una transformación de Lorentz. Aqui hacemos un razonamiento para probar dicha invariancia.03 octubre 2009