En 1980, los astrónomos Richard Muller y Thierry Roudier descubrieron pequeños puntos brillantes en la superficie solar usando el telescopio refractor de 50 centímetros del Observatorio de Pic du Midi, en el Pirineo francés, a 2877 metros de altura. Visibles solo en imágenes tomadas bajo excepcionales condiciones de estabilidad atmosférica, los físicos solares comenzaron a estudiar estos puntos brillantes de la superficie solar con todos los medios a su alcance, incluyendo espectroscopía y polarimetría.
Fuente: "Información y Actualidad Astronómica", Instituto de Astrofísica de Andalucía_CSIC01 julio 2017